Es tan sublime y bella que no podía resistirme
a convertirla en el tema principal de hoy.
Es tan sutil y el acabado tan fino que parece
que en verdad tienes a un caballo diminuto
pastando en un prado en miniatura que parece traido
de las tierras altas de Escocia y que algún hechicero
ha introducido en un frasco.
Pura poesía.
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