miércoles, 2 de diciembre de 2009

La esencia del XIX



Lo he hecho lo más rancio que he podido, el marco parece
papel de pared y los muebles (de Gaudí) son ideales
y característicos de esta gloriosa época.

"Londres... 1897.
Querida Victoria, me apena comunicarle que la muerte
ha paseado su oscura figura por nuestras calles,
han hallado otra víctima de Jack el Destripador.
Nuestro bien amado inspector estaba allí para investigar el caso,
no ha querido entrar en detalles del
estado del cuerpo de la desdichada

para que no turbara nuestro sueño,
pero su rostro expresaba más de lo
que sus labios nos querían ocultar.

Son días inquietos los que vivimos
en este otrora tranquilo barrio,

espero que nuestro amigo solucione pronto esta
situación y se lleve la aciaga presencia de este
terrible malhechor de vuelta al infierno del que procede.

Y de paso que lo cuelguen del cuello hasta que
la lengua se le ponga morada y la cara azul,
también podrían amarrarlo de un carruaje y
arrastrarlo por toda la ciudad, quemar sus sanguinolientos
restos y aventarlos después por si acaso,
es otra opción a barajar.

Hoy a parte de la ominosa y siniestra, me atrevería
a decir preternatural, bruma matutina,
hemos tenido un día menos gris de lo que nos
acostumbra el clima de estos pagos,
a veces pienso en tirarme a las gélidas aguas del
Támesis de cabeza para escapar de tanto gris,
pero entonces el sol asoma brevemente por entre
las nubes despejando los pensamientos de mi
atormentada mente. De momento sigo
con el arsénico y me va bién.


Con mis mejores deseos, Lord Grey."

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