Hoy me siento como una cordonera de un zapato de un viajero que ha rodado y pisado mares, tierras, lavas, cielos, nubes, rocas, flores, hierba, monumentos y ruinas.
Y ha conocido mares, tierras, lavas, cielos, nubes, rocas, flores, hierba, monumentos y ruinas.
Y que ha descubierto mares, tierras, lavas, cielos, nubes, rocas, flores, hierba, monumentos y ruinas.
Total, que la cordonera del zapato del viajero necesita descansar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario